Fundamentos
de la Administración de Proyectos.
Un
proyecto es un conjunto de actividades concretas, interrelacionadas y
coordinadas entre sí, que se realizan con el fin de resolver problemas.
Un
proyecto consiste en la ordenación de un conjunto de actividades
interrelacionas entre sí que, combinando recursos humanos, materiales,
financieros y técnicos, se realizan con el propósito de conseguir un
determinado objetivo o resultado. Todo proyecto se realiza dentro de los
límites de un presupuesto y un período establecidos.
La clave para empezar con éxito un
proyecto es que tengamos los términos de referencia bien establecidos.
Un aspecto muy importante para
mantener el apoyo de la organización es que los objetivos del proyecto
estén en perfecta conexión con los de aquella y además que se hagan
explícitos. En síntesis podemos decir que las principales razones para el
establecimiento de objetivos son:
ü Proporcionar una
dirección
ü Enfocar los resultados
ü Permitir que se lleven a
cabo los planes
ü Priorizar y organizar el
trabajo
ü Motivar al personal
ü Comunicar el propósito
del proyecto
ü Permitir que se
reconozca el éxito
Dentro de algunas de las condiciones
generales que debe tener un Gerente o Director de proyecto, para llevar a cabo
la realización exitosa de los proyectos están:
Habilidad para definir una visión y transmitirla: ¿Cuál es el camino desde el escenario A hacia el B que debe
recorrer el proyecto? ¿Cómo llegar a él?
Liderazgo:
no tiene nada que ver con el cargo o el título, se demuestra con las relaciones
interpersonales. Un buen líder cumple promesas, escucha atentamente, dice la
verdad, fomenta el respeto y logra relaciones de confianza, duraderas y
genuinas.
Persistencia y poder de persuasión: un problema en el camino no significa parar el proyecto.
Sigue el objetivo original, se aferra al plan. Posee habilidad para motivar.
Crea una atmósfera de colaboración: fomenta y administra la creatividad,
provoca tormentas de ideas, resuelve problemas, juega en equipo.
Convivencia con la incertidumbre y el riesgo: nunca se da el 100% de las condiciones que se esperan para
un proyecto. Siempre hay algo que no es ideal, un riesgo, algo imperfecto. Un
buen líder sabe manejar la incertidumbre y vivir con ella.
Sensibilidad:
para percibir y tratar los problemas, actitudes y necesidades de los diferentes
actores sociales implicados en las tareas del proyecto.
Flexibilidad
y estabilidad: Son dos cualidades
que, a primera vista, pueden aparecer como contradictorias, pero que en la
práctica de la planificación y de la acción social se necesitan
complementariamente.
Conciencia social: el proyecto contribuye a la organización, la organización
contribuye a la sociedad. Los elementos (proyecto, organización, sociedad) deben
estar alineados. Es un orgullo generar proyectos exitosos, pero mucho más
satisfactorio es poder compartirlos con la comunidad.
Dentro de una buena gerencia de
proyectos se determinan:
ü El alcance del proyecto.
ü Los costos.
ü Calidad.
ü Los recursos humanos
necesarios.
ü Los riesgos que inciden
en el proyecto.
ü La obtención de los
diferentes recursos.
ü Programación e integración
del proyecto.
ü Comunicación entre las
diferentes partes.
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