Tema 1: Definición de proyecto por
William Veloz 11-0335
Muchos tenemos la visión de
administrar un proyecto como una gran complicación, donde entramos limpiecitos
y muy arrugados. Si bien es cierto que cualquier tipo de proyecto requiere
esfuerzo, en los pequeños proyectos hay que definir su alcance bien claro, lo
que nos conllevará a delimitar que tantos recursos y esfuerzos vamos a dedicar
en él.
De acuerdo a Jennifer Whit,
experta en Project Managment, en su primer pequeño proyecto lo primero que le
indicaron sus jefes fue: “No gaste más tiempo, dinero y esfuerzo de lo que toma
para hacer el proyecto.” Esto en pocas palabras significa que dependiendo la
magnitud del proyecto así mismo será el nivel de rigurosidad que debemos
empeñar en el. Ya que si nos vamos muy profundo en un proyecto sencillo nos
podemos aturdir, desorientarnos y perdernos en lo que vamos a hacer.
En vista de que somos estudiantes
de Administración de Empresas y es probable que en un futuro lo primero que nos
venga a la mano es un pequeño proyecto antes que uno grande, me voy a
concentrar en las próximas líneas a explicar cómo definir exitosamente un
pequeño proyecto.
Lo primero es definir el alcance
para poder tomar las decisiones en las etapas administrativas que tiene lugar
el proyecto. Gran parte de las
decisiones se toman y se califican mediante valoración del impacto que tienen
en el resultado final del mismo, dado por esta etapa de definición.
Antes de comenzar el proyecto, es necesario que el trabajo sea comprendido
y que se sepan quienes son los responsables. Tanto los que vayan a ejecutar el
proyecto como quienes recibirán los resultados deben tener una visión clara de
los resultados esperados, cuando se terminará, cuánto va costar, quién hará el
trabajo, como se dará por terminado el trabajo, y cuáles serán los beneficios.
Esto es lo que se debe incluir en esta primera fase conocida como definición
del proyecto.
Se debe crear una lista de
tareas, es bueno tener una idea pero no hay que simular tantos escenarios como
en un gran proyecto ya que podemos
terminar desorientados. Esto quiere
decir que debemos organizarnos, no comenzar dar patadas sin sentido, sino que
debemos hacer una lista de tareas, organizarlas por cantidad de tiempo que cada
una incurre y la prioridad con la que cada tarea debe hacerse. Asimismo es
preciso identificar tareas dependientes de manera que sepamos distribuir los
activos y recursos dependiendo del orden y prioridades de las tareas. Para
proyectos pequeños no es necesario perder mucho tiempo con la ruta crítica o
buscando 100 planes de contingencia.
Lo otro es asignar las personas,
saber quién es responsable de cada tarea porque no hay nadie asignado esa tarea
no se va a aplicar. Hay que saber quién nos va a retroalimentar sobre el
estado, a quien se reporta, si se ha completado y demás. Para proyectos
pequeños no necesariamente hay que hacer una mega matriz de recursos o un plan
de comunicación detallado.
Hay que establecer fechas límites
para saber cuándo las cosas están proyectadas terminarse y tienen que hacerse,
pero en proyectos que no son tan extensos no es necesario hacer un reporte tan
detallado. En los proyectos estas fechas
límites son las que te ayudan a comprenderlos y visualizarlos mejor, a
descomponerlos en fases y etapas, y establecer un marco de tiempo para cada
una. En vez de sentir estrés o miedo a las deadlines, o verlas como una amenaza
que obliga a trabajar rápidamente tomando decisiones aturdidas, estas fechas en el calendario pueden llegar a ser un gran
aliado de tu rendimiento. Saber trabajar con ellas es clave, porque siempre
están ahí.
Hay que documentar siempre el
proyecto, hacer un esquema, usar plantillas (tal y como vimos en el curso) sin
importar la magnitud del proyecto ya que esto nos ayudará a tener todo claro,
quien, cuando y donde se va hacer cada actividad. En proyectos pequeños estas
plantillas se pueden resumir de manera que sean más simples de manejar pero
siempre manteniendo la eficiencia de las mismas sin eliminar los aspectos
claves que toda plantilla debe tener.
Hay que siempre controlar el
tiempo y presupuesto porque en las compañías y organizaciones se les paga a las
personas para cumplir con ciertos objetivos, y si no los cumple pues la
remuneración será menor. Para esto es preciso tener conocimientos de
administración de empresas o haber tomado entrenamientos, cursos o seminarios
en administración de proyectos, para poder saber gestionar todos esos recursos
(humanos, financieros y operativos) que vamos a necesitar para cumplir con
nuestro objetivo delimitado en la definición del proyecto.
En fin, en un pequeño proyecto la
definición es tan importante como en uno grande, pero se debe dedicar la
rigurosidad que como pequeño amerita; en otras palabras, busquemos soluciones a
los problemas, no problemas a las soluciones para que nuestro pequeño proyecto
se haga de manera simple y sea exitoso.
Tienes mucha razón, cuando definimos un proyecto es bueno contar con el personas enfocadas a soluciones, no a problemas, ya que estas nos ayudarán a llevar a cabo una mejor toma de decisiones a lo largo del proyecto.
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