Las
partes interesadas o grupos de interés, también llamadas Stakeholders, son
individuos y organizaciones involucrados en el desarrollo del proyecto o cuyos
intereses pueden verse afectados positiva o negativamente como resultado de la
ejecución del proyecto o por el producto del proyecto durante sus fases de
operación y retirada.
Entre las
partes interesadas se pueden incluir diferentes roles, que pueden recibir
diferentes nombre según el sector y organización de que se trate. A modo de
ejemplo:
- El director o jefe de proyecto, que es la persona encargada de la gestión del proyecto.
- El cliente, que es la persona u organización destinataria del producto del proyecto.
- Organización ejecutante, que es aquella en cuyo seno se desarrolla el proyecto.
- Miembros del equipo que constituye la organización del proyecto.
- Consumidor o usuario final del producto del proyecto.
- Patrocinador o sponsor.
- Subcontratistas, que son organizaciones encargadas de la realización de parte del alcance del proyecto.
- Comité de proyecto, encargado de la toma de decisiones de alto nivel del proyecto.
- La sociedad, como por ejemplo el público en general, agencias e instituciones públicas, entidades con capacidad normativa, medios de comunicación, etc.
- Otros: socios (en el caso de proyectos tipo joint venture), proveedores, subcontratistas, organismos subvencionadores, auditores de proyecto, etc.
Las
partes interesadas pueden tener visiones e intereses muy distintos, viéndose
afectados de forma diferente por la marcha del proyecto, por lo que es preciso
que el director de proyecto gestione adecuadamente los posibles conflictos de
interés que puedan presentarse.
Los
“Stakeholder” más importantes en el proyecto son los clientes / usuarios y el
sponsor. Los clientes / usuarios son las personas u organizaciones que usarán
el producto, servicio o resultado del proyecto. Los clientes/usuarios pueden
ser internos o externos a la organización ejecutante. Un sponsor es la persona
o grupo que proporciona los recursos financieros para el proyecto. Cuando se
concibe inicialmente un proyecto, el sponsor es quien lo defiende. Esto incluye
servir de portavoz frente a los altos niveles de dirección, para reunir el
apoyo de la organización y promover los beneficios que aportará el proyecto.
Un
proyecto está sometido a un conjunto de limitaciones y restricciones entre los
que pueden destacar las normas, los reglamentos y las recomendaciones definidas
para cada proyecto en función de su naturaleza y el entorno
tecnológico-empresarial del mismo. Estas restricciones definirán o regularán
los sistemas, los métodos, los procedimientos y los procesos de la dirección de
proyectos. Por regla general, este tipo de normas, reglamentos y
recomendaciones, permitirán establecer la base común que facilita el
entendimiento y el desarrollo del trabajo entre los distintos participantes en
el proyecto, unificando terminología a normalización trata de uniformizar la
terminología, los procesos y los procedimientos que los regulan. Por ello, es
necesario que todos los participantes en el proyecto conozcan qué tipo de
reglas son aplicables en cada proyecto.
El
director de proyectos debe conocer que normas puede o debe aplicar en sus
proyectos, en función de los objetivos que se planteen y el entorno tecnológico
en el que se desarrolló.
El
proyecto se debe concebir y desarrollar dentro de un marco, por lo que es
necesario establecer unas bases jurídicas y principios legales aplicables a
cada proyecto para facilitar, la redacción de contratos, el establecimiento de
políticas y acuerdos, elaboración de garantías y la toma de decisiones. En
algunos proyectos, el conocimiento de la legislación aplicable puede ser
esencial, por lo que el responsable del proyecto debe colaborar con los
juristas para establecer acuerdos contractuales, acuerdos y definir
procedimientos que regulen el proceso y protejan los intereses de las partes
involucradas en cada proyecto.
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