El término proyecto proviene del latín proiectus
y cuenta con diversas significaciones. Podría definirse a un proyecto como el
conjunto de las actividades que desarrolla una persona o una entidad para
alcanzar un determinado objetivo. Estas actividades se encuentran
interrelacionadas y se desarrollan de manera coordinada.
Un proyecto puede ser simplemente un plan
o una idea, al menos en la vida cotidiana o en el lenguaje coloquial. Cuando se
habla de proyectos en un marco más formal, es habitual que puedan distinguirse
diversas etapas en su desarrollo: primero surge una idea que reconoce una
oportunidad, luego se diseña el proyecto en sí mismo con la valoración de las
estrategias y opciones y finalmente se ejecuta el plan. Tras la concreción del
proyecto, llega la hora de evaluar los resultados según el cumplimiento, o no,
de los objetivos fijados.
Un proyecto es un conjunto de acciones
que se planifican a fin de conseguir una meta previamente establecida, para lo
que se cuenta con una determinada cantidad de recursos. Todo proyecto, ya sea
que tenga fines personales profesionales o investigativos posee una estructura
dividida en fases que permiten dar finalmente el la meta u objetivo
establecido.
Un Proyecto es la búsqueda de una
solución inteligente tendiente a resolver necesidades humanas; por ello su
formulación, su evaluación y las decisiones finales, se circunscriben a la
medida y a las expectativas humanas. Por
tal razón, el proyecto debe nacer de la reflexión ante una necesidad u oportunidad
detectada; de la conexión o creación de ideas que permitan formular hipótesis
que den una posibilidad para la acción: del querer comprobar conceptos
materializados en una decisión o plan estratégico y de una acción que permita
no solo satisfacer necesidades o aprovechar oportunidades sino también lograr
la experiencia necesaria para mejorar continuamente nuestros procesos de
supervivencia.
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